jueves, 13 de octubre de 2016

Aprende a respetarte

Desde que somos pequeños nos enseñan algo muy importante que es el respeto hacia los demás, pero nadie nos enseña que tenemos que respetarnos nosotros mismos, tenemos que conocernos bien y sabernos juzgar de manera adecuada, aceptando que a veces no tomaremos las decisiones correctas pero lo estamos intentando, el problema es que no sabemos respetarnos, dejamos que nos quieran a media, dejamos que nos menosprecien e incluso nosotros mismos lo hacemos, no nos sentimos orgulloso de nuestros logros y en cambio decimos que fue cuestión de suerte o del azar, sin tener en cuenta nuestro esfuerzo, las horas de dedicación, las lágrimas y el sufrimiento.

Si no aprendemos a respetarnos no podremos tener ninguna relación con os demás, porque perderemos confianza y no demostraremos lo que somos realmente, incluso podemos caer en una relación toxica y es que no vas a obtener lo que mereces si no sabes lo que vales. Para empezar a respetarnos a nosotros mismos, debemos conocernos bien, admirarnos de nuestras virtudes e intentar corregir nuestros defectos, pero tenemos que ver las cosas buenas que hay en nosotros y sentirnos bien de eso por ejemplo  soy muy terco pero gracias a esa terquedad logre superar mi record corriendo, aunque sea la cosa más simple tenemos que aprender a valorar nuestros méritos, el orgullo no siempre tiene que ser algo negativo, tenemos también que darnos cuenta de nuestros sentimientos y nuestras propias necesidades y darlas a conocer, es bueno expresarse.

Si hacemos un enlace bidireccional donde el respeto aumentara la confianza y nuestra autoestima y a la vez que esto aumente, nos valoraremos más, en consecuencia nos respetamos. Deja de castigarte por errores, aprende a perdonarte, mírate en el espejo, eres tú, una persona que aunque creas que eres insignificantes todos hacemos eco en la eternidad con nuestras acciones, somos la historia, sin nosotros un factor del cuento cambiaría  por lo tanto somos esenciales aunque no lo creamos. Otra cosa importante es saber que tú tienes tu propio ritmo, una cosa es aceptar las opiniones de los demás y otra diferente cambiar de opinión o callarte por no lastimar a los demás, hay que ser tolerante y consecuente con lo que pensamos pero saber que al igual que otros tienen su opinión tu tiñes la tuya, y tu momento es diferente que el de los demás, no te compares ni te iguales, si aprendes a apartar esas cosas también disminuyes la envidia que genera el competir, recuerda tú eres tú, tu enemigo y tu amigo, haz que el juego gire a tu favor.



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