Según la creencia budista, el principal problema por el cual no podemos ser
felices es el apego hacia las cosas, nos creemos dueños de todo lo que está en
nuestro entorno, y lo que no podemos tener, queremos poseerlo, así tratamos a
personas y cosas como meras pertenencias, pero la realidad es que lo único que
nos pertenece somos nosotros mismos, somos dueños de nuestros actos, de
nuestros pensamientos, de la manera que queremos vivir, por lo tanto cada uno
es libre de actuar y ser tal y como quiere, no hay que complacer a nadie, ni
ser quien no somos por agradar, al final de nuestro camino estaremos solos con
nuestros pensamientos.
Tenemos que aprender que nada es de nosotros, que nada es necesario que
todo son herramientas que te ayudan en tus objetivos y de las personas no son
nuestros, solemos decir mi chico, mi chica, mi hijo, todo se le agrega el
pronombre posesivo mi cuando la realidad, es que no es así, son compañeros de
viajes, algunos se grabaran en nosotros con fuego, nos darán lecciones, o
simplemente serán aves de paso que necesitan alzar su vuelo.
En cambio tu sí que eres tu dueño, siempre tienes y debes decidir sobre ti,
juzgarte a ti y saberte recompensar, lo único que puedes dirigir es tu vida, lo
demás tiene su propio curso, cuando aprendemos a desprendernos de las cosas y
las personas, cargamos menos peso y somos más felices, no hay tantas
decepciones porque das tu cariño por decisión propia pero no esperas nada porque
sabes que será decisión de esa persona darlo o no, tú te quedas solo con que hiciste
lo correcto, lo que tu corazón quería hacer en ese momento.
No hace falta miles de pertenencias si sabes que tienes un buen amigo o
compañero, no hace falta riquezas porque tu bienestar dependerá exclusivamente
de las decisiones que tomes, de la manera que veas las cosas y de que decidas
de una vez por todas vivir el momento, y no recaudar mil riquezas para un
futuro. No te digo que no hay que ser precavido, de que sea malo ahorrar, lo
que quiero decir es que si tienes algo disfrútalo, vívelo, no importa si se
gasta si le distes un buen gusto, porque no sabes si mañana podrás disfrutarlo.
Camina tranquilo sintiéndote tu dueño, sabiendo que tu controlas tu yo y
que eres el capitán de tu destino y no
controles tu entorno, porque por más que lo intentes no conseguirás cambiarlo. Vive
el ahora, disfruta de cada cosa que está en tu camino y persona y aprende a
dejar que se vaya por que las cosas bonitas no pueden ser atadas, todos tienen
que disfrutarla así que por más que la quieras deja que corra su camino, al fin
y al cabo la vida sabe qué tiempo tiene cada uno y distribuye para que se quede
cuando realmente lo necesitas y cuando realmente debe estar ahí a tu lado.
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