Muchas veces nos vemos atrapados dentro de nuestros propios perjuicios, no
somos capaces de afrontar nuevas acciones por tener un esquema mental altamente
fijado, pero cuando llega el momento del cambio no sabemos cómo afrontarlo,
como actuar o que pasos dar porque tenemos tan arraigada nuestras creencias o
actitudes que no somos capaces de imaginar situaciones alternativas.
Por esta razón antes de empezar una nueva vida es necesario abrir tu mente,
primero que nada deberás plantearte tus creencias, lo más importante es ser
tolerante y aceptar que tu punto de vista no es el único que existe, ni tiene
que ser el mejor, tienes que entender
que al igual que no hay dos copos de nieve iguales, no hay dos personas iguales
así que para ti funciona puede que no lo haga para otro. Haz una lista con
todas tus creencias, piensa cuales de ellas han sido adquiridas por factores
externos y cuál de ellas son las que te hace ser tú. También es bueno que
compartas con otros amigos diferentes opiniones y trates de ver su punto de
vista, no te digo que cambies tú el tuyo, pero es bueno debatir y comentar sin
discutir recuerda que todo esto se trata de tolerancia y una apertura hacia las
distintas opciones.
No juzgues los pensamientos de nadie, aunque no lo compartes cada uno tiene
su forma de ver la realidad y nadie sabe cuál es la realmente valida quizás todos
tengan un poco de razón. Experimenta cosas nuevas, apúntate a clases de baile,
aprende un nuevo idioma cualquier cosa que te ayude a obtener un nuevo
conocimiento y a demostrarte que eres capaz de algo que no creías que fueses
capaz, ante una situación trata de ver todas las posibilidades o las diferentes
salidas que puedes encontrar, por ejemplo siempre haz cocinado el pollo con limón,
pero se te acabo, una persona cerrada ya no prepararía ese plato, pero vamos un
paso más, es lo único que tienes para comer y tienes que hacerlo al horno, la
misma receta, pues busca un sustituto que si tengas que le de ese toque ácido, quizás
tu receta mejore, pero no lo vas a saber si nunca lo has probado.
Reflexiona sobre las cosas, trata de buscar respuestas, y piensa en otras
opciones, prueba nuevas comidas, aprende idiomas, hay un ejercicio que parece
una tontería que es escribir al revés, al principio te costara pero lo
terminaras logrando, con esto lo que consigues es ver que hay diferentes
perspectivas, y entrenas a tu cerebro a pensar no solo en una dirección. Otro ejercicio
es retar tus sentidos, es decir, por un día realiza las actividades por ejemplo
con los ojos cerrados, haz que los demás sentidos tengan que trabajar el doble así
los desarrollas y aumentas su funcionamiento, entabla una conversación con una
persona con la que nunca entablarías una conversación, quizás te sorprenda.
Uno de los mayores estímulos es la música, esta proporciona numerosos
beneficios, estudios recientes han determinado que el tocar un instrumento
evita que te den algunas enfermedades degenerativas de la mente como el Alzheimer.
Así que úsala como tu aliado, la música es capaz de agilizar tanto la mente que
te ayuda a pensar mejor, y ver diferentes lados de la misma moneda.
Así que ya sabes empieza a abrir tu mente, para que puedas cambiar, es
necesario saber evaluar y apreciar todos los escenarios.
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