martes, 31 de enero de 2017

Tus latidos

Pon dos dedos en tu muñeca, ¿Qué sientes?, eso que sientes tus dedos es el ritmo de la vida, que te impulsa cada día, es el compás de tus sueños y de las oportunidades que aún están por llegar, así que aún no te rindas, tienes todo por dar, no dudes ni un instante de ti, levántate ante la adversidad, y jamás dejes de creer en ti.

Todos tenemos sueños rotos, risas falsas, caricias prohibidas, nadie está libre de pecados, todos tenemos cargas y frustraciones, pero no todos lo enfocamos de la misma manera, entre más temores tengas más te pesara tu mochila, de vez en cuando simplemente hay que soltar y dejar que las cosas se marchen, no busques un corazón que te quiera , porque si tú no te valoras, ¿Cómo vas a pedir que otro lo haga?, tienes que saber lo que vales para poder buscar lo que quieres encontrar, no te detengas, es mejor seguir, perdona, si quieres que la herida cicatrice, si no lo haces solo estarás poniendo una tirita que con la primera tormenta volverá a caerse dejándote desprotegida, así que encárgate de que el tiempo la cosa bien lo que en el pasado debe quedar, no significa que tengas que volver a cometer los errores, de hecho ellos están para aprender, perdonar no es olvidar, es empezar una nueva historia porque te distes cuenta de que la primera no llevaba a ningún lugar.


Tu reto será contigo siempre, no hay enemigo peor que el que da tu reflejo, por eso es que tienes que coger fuerza de donde sea y lograr lo que ayer fue un no, para convertirlo en un sí, aunque sientas que arriesgas demasiado, es mejor que quedarte con mil dudas por no haberlo intentado al fin de cuentas dicen que el sueño es del tamaño de su soñador y dentro de ti tarde o temprano te darás cuenta de que están todas las herramientas para lograrlo, hay que ser constante, y saber que nunca es tarde para empezar a trabajar por lo que quieres.


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