Todos tenemos unas maletas sin ruedas que llevamos a cuesta y caminamos con
ellas, a medida que vamos creciendo las vamos llenando de cosas haciéndolas cada
vez más pesadas hasta el punto que tenemos que decidir dejar algunas de esas
cosas por el camino porque no nos sirven para continuar el recorrido.
Las que llenamos de cosas positivas suelen no pesar tanto porque fluyen con
nosotros en cambio lo negativo no es tan fácil de cargar y se convierte en tedioso,
en el camino encontraremos personas que lo llenaran más de dudas y miedos y
otras que nos ayudaran a cargar con esas grandes maletas e incluso nos darán la
oportunidad de soltar lo que ya no necesitamos. Estas cosas pesadas de las que
hablo son las cargas emocionales, son sucesos que nos han marcado tanto que han
hecho que cambiemos rasgos de la parte más pura de nuestra esencia transformándola
y haciendo que nos alejemos de esas personas que soñábamos ser de pequeños.
Una ruptura, una perdida, las decepciones, los engaños, van marcándonos y
llega un momento que creemos que no podemos huir de ellos, lo cierto es que no
podemos huir, todo se ira trasformando en miedos y dudas que nos seguirán allá
donde vayamos, y huir solo será una solución a corto plazo porque en algún momento
nos veremos cara a cara con ellos y no sabremos reaccionar.
¿Entonces qué debo hacer?, fácil, tendrás que aprender a superarlos, permanecerán
en tu vida el tiempo que tu consideres necesario, pero en algún momento tendrás
que soltarlo, saber que no forma parte de tu vida, ni es algo que necesitas, quizás
incluso descubras que no es tan fuerte o real como te lo imaginabas, es la única
manera de librarte y así solo así cuando pase el tiempo y te lo encuentres de
frente podrás mirarle a los ojos fijamente y reírte como hace tiempo no lo hacías,
porque mientras permanecía en tu vida como un virus alimentándose de ti, tu
aprendiste a crecer con él y de la misma forma que él te conoce, tú también lo
conoces bien, la diferencia y por tanto la ventaja es que tú lo creaste, tu decidiste
llenar tu maleta con eso, así que sabes su raíz y su debilidad, ya no forma
parte de tu vida, porque tú lo decidiste así.
Pero también existen perdidas, familiares, amigos que nos dejan marcado,
con eso hay que ser más fuerte porque si la otra persona fue la que decidió
salir de tu vida, es que nunca fuiste realmente parte de ella ni ella de ti,
son lo que se conocen como personas temporales, y aunque en un momento
determinado duele hay que saber que en tu camino te espera alguien que
necesitas más y que se quedara, no solo para conocerte si no para ayudarte a
cargar con tu maleta, pero a veces hay personas que se marchan sin que ninguno
de los dos decidiera que así fuese, con esas tienes que ser aún más fuerte, tendrás
mucho que llorar, y nunca te podrás deshacer de los recuerdos, serán parte
eternamente de tu maleta, porque la vida no te dará la oportunidad de mirarlas
nuevamente a los ojos y decirle estoy bien, sin embargo, si duele tanto es
porque marco tu vida, y te aseguro que nunca esa persona este donde quisiera
que lloraras de tristeza, así que te tocara perdonarte a ti mismo por no
aprovechar el tiempo que sentiste oportuno y a la otra que se fue por marcharse
tan pronto, porque no importa la edad, ni los años de amistad cuando se quiere
una despedida siempre será demasiado pronto, el tiempo aunque sean mil años se
convierte en segundos, en esos casos tendrás que echarle valor, todo el que
tengas, y decidir llegados el momento si lo vas a convertir en una carga o lo convertirás
en recuerdos que harán tu maleta más liviana porque fluyen contigo.
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