En el anterior artículo, hicimos una pequeña introducción acerca de los dos
planos mentales con los que trabaja el cerebro humano, esta vez vamos a
profundizar un poco más en el subconsciente para poder re-programar nuestros
pensamientos y conseguir nuestros objetivos
En el subconsciente esta todo aquello que aprendemos desde pequeños, es
como una programación inicial, a lo largo de nuestras vidas se convierte en una
información la cual almacenamos en una especia de gran disco duro , creando un
comportamiento predeterminado, esta información es lo que forjara nuestra
personalidad, parte de esos comportamientos son conductas propias, otras las
adquirimos por imitación de las personas mayores, podemos nacer con ellas o de
la repetición continua tanto de un comportamiento como de alguien que lo dice
constantemente. Por ejemplo, nuestros padres nos suelen decir desde pequeños:
estudia, fórmate para que puedas tener un trabajo, para que puedas tener tu
casa, tu familia, en el colegio nuestros profesores nos introducen información,
de nuestros amigos aprendemos ciertas conductas y así sucesivamente vamos
llenando nuestras mentes de distintas información que vivimos día a día, y que
nos van formando en nuestras convivencias con los demás. Por eso dicen que es
muy importante lo que se le enseña desde pequeños a los niños, y desde que
nacemos se debería incentivar a ese ser a conseguir sus metas porque de lo
contrario podemos generar en ellos inseguridades y miedos lo cuales le
afectaran continuamente
Toda esa información, la cual la mayoría se convierte en rutina, se vuelve
inherente a nosotros, dificultando que exista algo que nos haga cambiar nuestra
forma de pensar porque es parte de nosotros, corresponde un patrón el cual está
fijado, ya sea porque lo hemos practicado millones de veces o porque nos los
han repetido tanto que terminamos creyéndonos lo que ya lo hemos adquirido, está
guardado y lo hemos practicados
nuestro subconsciente es esa
voz que escuchamos cuando algo nos agobia o no sabemos qué decisión tomar,
es esa sensación de ¿estamos haciéndolo bien o mal?, es eso que sentimos que
nos dice internamente ¡no te arriesgues, quédate así!, en realidad no es que en
realidad tenemos que quedarnos así o que lo estamos haciendo mal, no es nuestra
conciencia, solo es el reflejo de nuestros miedos que hacen una especie de eco
en nosotros cuando tenemos que tomar decisiones, porque pensamos que saldrá mal,
porque en algún momento nos dijeron que fallaríamos y lo creímos o porque ya
hemos fallado y tenemos miedo a pasar por eso de nuevo. Esto no es correcto, pero ya está
predeterminado, es una programación la cual es muy difícil superar, pero una
cosa es difícil y otra imposible, ¡recuérdalo!
A veces queremos cambiar cosas pero nuestro paradigma no nos lo permite,
empezamos a ponernos sin quererlo obstáculos como nunca hemos hecho esto o ¿por
qué tendría que salir bien?, mejor es estar como estamos en nuestra zona de
confort, y todo este conglomerado de dudas, obstáculos y miedos suelen terminar
con la frase ¡no puedo! aunque nos de
temor, aunque no queramos arriesgar, porque donde estamos, estemos seguros, ese
es nuestro subconsciente, es nuestra comodidad, nuestra seguridad, o mejor
dicho lo que creemos que es nuestra seguridad, porque muchas de esas cosas de
la que tenemos fueron enseñados por nuestros familiares, sobre todo nuestros
padres y como seres humanos que cometemos errores solemos reflejar en nuestros
hijos nuestros miedos o dudas, no es por maldad, ni mucho menos de forma
intencionadamente quizás simplemente es de nuevo nuestro propio miedo por
experiencias que por el instinto de protección tratamos de que ellos no pasen
por eso, sin ser conscientes de que necesitamos cometer esos errores, para
crear experiencias ya que hasta los tres
años somos unas verdaderas máquinas de adquisición, toda la información recibida
se nos queda dentro de nosotros, somos una especia de esponja que absorbe todo,
por eso no somos arriesgados, ¿se recuerdan cuando nuestros padres nos decían…?
¡Cuidado se caen!, ¡no hagas esto!, ¡no te metas en problemas!, ve y quédate sentado
aquí para que no te pase nada, eso lo escuchamos desde que nacemos, por esa razón
cuando actuamos por nuestra cuenta, nos encontramos con esa voz interna que nos
dice ¡cuidado!, no lo hagas o esas mariposas, esos nervios, esa emoción, esa alegría
o esa tristeza, ese eco de la información guardada en nosotros, ese es nuestro subconsciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario