Hay días que me gustaría tirar la toalla, desistir olvidarme de todo,
porque llegue a ese punto que creo que he dado más de lo que tengo y no
encuentro ningún resultado a mis sueños, no hay nada más frustrante que dedicar
tu tiempo a algo que no llega, muchos te dicen ¡animo! ¡Estoy orgulloso de ti!,
pero en realidad no tienen ni la mínima idea de lo que hay detrás, no se imaginan
la impotencia que da esa situación.
Pero entonces cierro los ojos, me abstraigo del mundo, incluso de mí y me
doy cuenta de que por esto estoy luchando , y el recorrido solo está haciendo
una mejor versión de mí, y aprieto los dientes con toda mi fuerza y empiezo de
nuevo porque esto es lo que yo decidí, lo que quiero y me seguiré dejando la
piel en ello, solo yo sé lo que soy capaz de dar y que el mundo me crea que aun
a pesar de todo el dolor no he dado si quiera la mitad y seguiré así, día tras día
sin importar nada, sé que lo voy a lograr. Me di cuenta que quiero más que cada
día en vez de una derrota es una nueva satisfacción porque me doy cuenta que
estoy un paso más cerca de a dónde voy, no me importa si me crees o no pero yo
estoy convencida de ello más que nunca que mis sueños no son solo una ilusión si
no que son una realidad por la que tengo que luchar.
Aprieto mis dientes con fuerzas y
una vez más me lanzo al vacío a por todas porque quiero y sé que puedo
conseguir mis sueños, y esta vez voy con más porque mis sueños no tienen fecha
de caducidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario